El viaje de Mérida hacia Palenque fue por la noche, para dormir en el autobús y ahorrarnos una noche de hospedaje, el costo del boleto es de $1200 aproximadamente $70 dólares, con descuento de estudiante a nosotros nos salió en $658 (40 dólares).
Llegamos a la terminal de ADO de Palenque por la mañana, aquí conocimos a un individuo que nos recomendó hacer cosas que no teníamos planeadas aún.
Viajamos bastante ligeros, así que desde la terminal del ADO caminamos hasta tomar unas pequeñas camionetas que te llevan a unas cascadas llamadas ”Roberto Barrios”, estas las recomiendo totalmente, son mucho mejor que Agua Azul, Misol Ha y cualquier otra de la zona, además como aún no están explotadas turísticamente, es súper tranquilo.
Cascadas Roberto Barrios
Llegar a Roberto Barrios te toma aproximadamente 30 – 40 minutos de Palenque, llegando se te van a acercar unos niños a querer ayudarte. Esta es la forma de trabajar de estos niños, te ayudan con tus cosas, te llevan a conocer las cascadas, te enseñan palabras en su lengua y además hasta le puedes encargar algo de la tienda de afuera y te lo lleva, a mí me llevó un pollo asado y una coca-cola. Al final te piden una propina voluntaria, aquí conocimos al pequeño Erasmo y a su amigo.
En definitiva estas cascadas fue de las mejores cosas que vi en nuestro viaje, de preferencia hay que llegar temprano. Nosotros llegamos como a las 10:30 y nomás estábamos nosotros dos y otra pareja que llegó junto con nosotros.
Hay 5 cascadas, las mejores son la tercera y la quinta, pero definitivamente la quinta no tiene comparación.
Después de pasar un buen día en Roberto Barrios regresamos a Palenque, era hora de conocer la ciudad arqueológica de Palenque.
Ruinas de Palenque
La forma más barata de llegar a Palenque es en los colectivos, te cobran $15 pesos (1 dólar) para llegar ahí. Esta zona se encuentra aproximadamente a 20 minutos en carro, está muy cerca del pueblo de Palenque.
Al igual que en las demás zonas arqueológicas, estudiantes y mexicanos en domingo no pagan. Los mexicanos pagan alrededor de $75 pesos (4 dólares), para los extranjeros es un poco más elevado el precio.
De todas las zonas arqueológicas que visitamos, esta fue mi favorita. Aquí contratamos a un guía de 16 años bastante bueno, nos cobró $150 pesos ($8 dólares) por explicarnos la historia de ese sitio mientras caminábamos y tomábamos unas cuantas fotos.
Aquí podemos encontrar la pirámide de Pakal y la tumba de la reina roja, que para mí fue lo más impresionante del lugar.
De regreso no teníamos donde dormir, así que decidimos ir a buscar unas cabañas que están entrando en la carretera que te lleva a las Ruinas de Palenque, aquí dimos con “El Panchán”, este lugar es un pequeño consorcio de hostales dentro de la selva, aquí puedes encontrar el “Jungle Palace” , “el jaguar” y otros pequeños hostales juntos. Es realmente barato, una habitación para dos personas nos costó $270 pesos (15 dólares).
El Panchán cuenta con un restaurante grande, donde además de tener buenos precios y porciones gigantes, en las noches hay música en vivo, un show de fuego y varios espectáculos que puedes disfrutar acompañado de una cerveza. Además por la mañana también hay unos puestos de unas señoras que venden jugo, café, empanadas, huevos al gusto, etc. A un precio realmente barato (yo me gaste $40 pesos – $2.5 dólares).
Lo más impactante de este lugar, es el dormir. Las habitaciones son tipo cabaña y se encuentran literal dentro de la selva, comenzando la noche puedes empezar a escuchar los sonidos de los diversos animales que hay en la selva, como los monos y otras cosas que no quise averiguar que eran. Además hay luciérnagas que brillan en lo oscuro de la selva. Por cierto en este lugar no hay wifi ni Tv, ni nada que se le parezca. Es una experiencia bastante interesante que si vas a Palenque no te puedes perder.
Posteriormente proseguimos con el plan y nos dirigimos a las cascadas de Agua Azul.
Cascadas de Agua Azul
La forma más barata de llegar ahí es también en colectivo el cual tiene un costo de $50 pesos ($3 dólares). El colectivo te deja en plena carretera y de ahí tienes que tomar un taxi que te lleve a las cascadas. El taxi es casi obligatorio ya que aunque es un recorrido realmente corto y te cobran $25 pesos por persona, podrías caminar pero se habla de que es un recorrido peligroso si lo haces a pie.
Las cascadas de Agua Azul a diferencia de Roberto Barrios, ya están explotadísimas turísticamente. Los vendedores llegan a ofrecerte cualquier cosa, los precios son un poco más caros a excepción de las 5 empanadas por $20 pesos que venden todos los puestos que existen ahí (no son tan buenas por cierto).
Estas cascadas son más impresionantes en época sin lluvia, ya que el agua literalmente (dicen) es azul, de ahí el nombre. Pero si vas en épocas de lluvia como nosotros, (junio-julio) te vas a encontrar con unas bonitas cascadas, sí, pero con agua café.
En general las cascadas si son buenas, pero no se comparan con Roberto Barrios, ni en precio, ni en calidad, ni en tiempo de llegar.
Para regresar a Palenque es el mismo recorrido, tomar taxi a la carretera y esperar a que pase un colectivo que te va a regresar al pueblo por $50 pesos. Aquí nosotros tuvimos una arriesgada historia que espero nadie experimente nunca.
Chiapas es uno de los estados mexicanos con más problemas político – sociales, hace algunos años hubo algunos levantamientos por parte de ejércitos paramilitares. Ahora ya no existen ejércitos armados pero sigue habiendo un rezago en la educación, paros y bloqueos a causa de protestas contra el gobierno de manera frecuente, y demás problemas que ahorita no es momento de tocar a profundidad. En fin estos problemas que vive este estado nos llevaron a nuestra siguiente experiencia.
Nuestra siguiente parada era San Cristóbal de las Casas, para llegar a San Cristóbal de la forma más segura pero no más barata, es regresar a Palenque y tomar un autobús en la terminal de ADO. Consejo que nosotros no seguimos, ya que Agua Azul se encuentra a una hora de Palenque y por la carretera corta que llega a San Cristóbal así que llegaríamos antes y de la manera más barata.
Tomamos el colectivo que nos llevaría a la ciudad de Ocosingo “la entrada de la selva Lacandona” y cabecera municipal de Ocosingo, es muy interesante porque cuenta con muchas zonas arqueológicas impresionante, entre ellas Yaxchilán y Bonampak, que si tienes tiempo también es bueno conocerlas.
Llegando a esta ciudad el principal problema fue un bloqueo, las personas se manifestaban contra el gobierno y decidieron bloquear las únicas dos entradas a la ciudad de Ocosingo.
Así que el plan era el siguiente: nos teníamos que bajar del colectivo, caminar y pasar el bloqueo, tomar un taxi que nos llevará al otro bloqueo del otro lado de la ciudad, bajarnos del taxi, pasar el bloqueo caminando y tomar otro colectivo que nos llevaría a la ciudad de Oxchuc.
Suena fácil relativamente pero en el momento tú no sabes ni qué son los bloqueos, ni el porqué de los bloqueos, ni qué está pasando en la ciudad, la cual por cierto, es una ciudad desconocida y además no hay turistas.
Lo difícil comienza cuando nos subimos al otro colectivo, era una pequeña pick up de doble cabina, nosotros íbamos en la cabina trasera junto con un anciano, enfrente iba el conductor acompañado de dos señoras, y atrás en la caja iba lleno de personas, cabe recalcar que todas las personas que estaban ahí eran indígenas, los cuales aunque si hablan castellano la mayor parte del tiempo hablan su propia lengua maya, imposible de entender para cualquier persona que no sea oriundo de ese lugar.
Después de casi una hora de camino, de recorrer una carretera en mal estado, ver un camión de coca – cola quemado y abandonado en plena carretera, una lluvia y nubes que empezaban a oscurecer el panorama, la cosa se empezó a poner más tensa.
Casi a punto de llegar a Oxchuc y obstruyendo la carretera, había alrededor de 30 a 35 hombres todos ellos encapuchados, armados con palos, tubos y cualquier cosa que pudiera servir como arma blanca. Estos le dieron el alto a la pick-up y comenzaron a discutir con el conductor, las cosas se empezaron a poner bastante feas.
Ellos hablaban su lengua así que nosotros no entendíamos nada. Yo me asuste cuando el anciano que venía con nosotros puso una cara de pánico (y el si entendía lo que estaba pasando). Nosotros confundidos solo observábamos que el líder de ese grupo estaba discutiendo con el conductor, los demás individuos nos veían y se burlaban de nosotros. Yo tenía mi ventana abajo y la puerta desbloqueada, así que un individuo de esos me abrió la puerta, yo no sabía qué hacer y en un descuido volví a cerrar la puerta.
La cosa era algo así, con muchos gritos y burlas hacia nosotros:
Mágicamente y por algún extraño motivo, el conductor y las personas llegaron a un acuerdo, dejando pasar la camioneta sin más ni menos. Al pasar ese pequeño incidente, les pregunté a las personas que había pasado, las cuales me comentaron que ellos querían “secuestrar” la camioneta para ir a enfrentarse a un grupo político contrario al de ellos. Otras personas que conocimos después nos dijeron que tuvimos mucha suerte, ya que como mínimo esas personas mínimo nos hubieran robado nuestras pertenencias.
Llegando a Oxchuc tomamos el último colectivo hacia San Cristóbal. Después de 40 minutos llegamos a San Cristóbal sanos y salvos, pasando de la majestuosa selva al bosque.
San Cristóbal de las Casas
Esta ciudad fue una de mis preferidas, es una ciudad pequeña y muy turística. Encuentras restaurantes por todos lados y de todo tipo de comida, gente tocando y cantando en las calles, iglesias y mucha historia.
Aquí dormimos en un Hostal que nos encontramos caminando, cerca del centro, no recuerdo su nombre pero el costo fue de $90 pesos (5 dólares) por persona en cuarto compartido.
En San Cristóbal hay muchos lugares para tomar una buena cerveza y comer bastante rico, recomendable el restaurante libanes “Arez” y el restaurante “Marakesh”, donde encuentras comida árabe y es un lugar bastante cómodo, donde los asientos están en el piso y la decoración es bastante original.
Es una ciudad bastante colonial y bonita de apreciar, sus calles vivas y su arquitectura, además hay una gran cantidad de museos, mercados e iglesias muy bonitas, entre ellas su catedral.
También ya estando en esta ciudad no te puedes perder ir a conocer San Juan Chamula.
San Juan Chamula
Este es un pueblo que se encuentra a una media hora de San Cristóbal. Un pueblo con población tzotzil, una población de etnia maya que habitan en este estado.
La forma más barata de llegar a este lugar es también a través de colectivos, estos los tomas cerca del templo de Santo Domingo y te cuesta $15 pesos (1 dólar).
En San Juan Chamula no hay mucho que hacer, lo que llama la atención de esta población es su iglesia principal. Los chamulas tienen creencias y rituales muy particulares.
La entrada a esta iglesia te cuesta $25 pesos (2dlls), está prohibido tomar fotografías, dentro de la iglesia también está prohibido tomar foto a las personas del pueblo, ya que por sus creencias, ellos creen que una foto te puede absorber su alma.
Se podría decir que esta iglesia es católica, pero combinado con algún tipo de santería o religión prehispánica extraña.
En la iglesia principalmente podemos encontrar muchísimas velas, en el piso, en las mesas y en todos lados. El piso se encuentra prácticamente todo cubierto con ramas de pino. Al fondo del templo el techo tiene una pintura bastante extraña que tiene una interpretación aún más interesante. A los costados hay una gran cantidad de estatuas de santos, no existen bancas como en una iglesia normal, los Chamulas se hincan y comienzan a poner velas de colores y de diferentes tamaños en filas. Ellos comienzan a rezar en su lengua o en algún tipo de dialecto extraño y por algún motivo todos tienen una Pepsi, mirinda o algún refresco mientras rezan.
Si tienes suerte también puedes encontrar rituales más intensos, a mí me tocó ver como unas señoras realizaron el mismo procedimiento de las velas pero esta vez sacaron una gallina a la cual sacrifican rompiéndole el cuello. Esto lo hacen para sanar enfermedades, se puede hacer con huevos o con gallinas, y se supone que la enfermedad que tiene una persona se traslada a la gallina y por lo tanto esta gallina ya no se puede comer posteriormente y por eso la sacrifican.
Estos rituales son realmente impactantes y si tienes suerte te puede tocar uno, inclusive dicen que hay unos más intensos aún.
Después de conocer San Cristóbal, tomamos otro colectivo a la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez para poder visitar el famoso Cañón del Sumidero.